lunes, 8 de octubre de 2012

De cuando ver el calendario se vuelve triste.

Tengo miedo de haber escrito demasiado, porque ya no sé si haya algo nuevo que contarles. Tal vez por eso he descuidado este espacio y he llegado hasta a pensar que debería dejar de plantar mis frustraciones y éxtasis ante ustedes porque probablemente se pregunten porque no he madurado lo suficiente como para enfrentar todo sin llorar o fumar o tantas veces ámbas.
La verdad es que si hubiese manera de describirme en la que no hiciese contradicciones ilógicas diría que soy melancólicamente felíz y entonces reiría porque asi es como es la vida: triste...
Todos dicen: ¡Vive éste dia como si fuera el último! ¡No!
El mundo es hermoso, pero la humanidad es una tragedia, somos seres perfectos, divinos, puros, pero hay una extensión de nosotros mismos obscura, que en lo más recóndito guarda un hastío de realidad. Una realidad en la que hay que ser valientes para vivir felices. Gritarle al reflejo que no te importan sus fracasos, ni carencias. Que estás dispuesto a tomar las cosas como olas que llegan y golpean y tiran y te hunden y sales, nadas, gritas, corres y cada burbuja de espuma se adhiere a tu piel par hacerte sentir vivo y despierto... y ahí llega la felicidad.
Cuando entiendes que el amor es perfecto, pero nosotros no. Cuando hay tras cada uno de nosotros un sinfín de heridas sin sanar que se dopan por ratos pero terminan, como la vida misma, en muerte. Ahi el lado de las cosas que se está marchitando comienza a cautivar y estás tan al borde del fin que cada pedazo de principio te eriza la piel y te hace estremecer hasta el llanto de mera y pura felicidad.
Mis caminos me han llevado a disfrutar de ésta manera mis soles, y lo que hago aqui de la mas burda manera es desahogar los nudos que a ratos llevo en el cuello.
Sin embargo, hablaba de comienzos. De trozos de senderos que se bifurcan una y mil veces para dar como resultado tablas de salvación como éstos amigos tan exquisitos que hay alrededor de mí y un amor tan desquiciado a quien olvidé como querer y apenas me estoy acordando. Aquellos quienes me ayudaron a sanar de tantas veces que me caí y las más que me vencieron. Personas que lidiaron con mis ausencias y sobre todas las cosas, con mi prescencia. Nunca olviden que por desgracia o fortuna yo no sé olvidar y que no puedo decirles que los llevo en mi corazón porque simplemente todos ustedes hicieron uno nuevo para mí. No es necesario mencionar nombres, pero estoy segura que se encuentran en medio de mis lectores. 

A todos, al mundo, a mi energía, mi fuerza, a quien lo quiera leer.

Lo más hermoso de la vida es aquello que duele, y eso no lo digo yo, lo dice la historia. Lo grita la tierra.

3 comentarios:

  1. Beibi, sabes que me encanta leer tu blog.
    Muchas gracias a ti tambien por estar ahí Yu..
    Sé, que no es necesario que te repita lo IMPORTANTE que eres por que tu todo ya lo sabes.
    Te quiero mi hermana.♥

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    1. Sé que sigues ahi para todo, por eso tengo el valor de molestarlas todavía escribiendoles. Las sigo necesitando mucho, sobre todo por éstas fechas. Sabes que te amo amiga, a lot.

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