viernes, 12 de abril de 2013

Cuando te vayas, cierra la puerta.

Cuando me dejes, llévate los recuerdos. Antes, deja una nota, dime, te lo ruego, habla.
Porque de lo que más me duele es no saber lo que piensas, solo sé que te vas. Y nisiquiera lo sé porque me lo hayas anunciado, te levantas de la cama y recoges tus cosas. De pronto no me quieres, y de pronto yo soy nada. 
De pronto tu me dueles, y tú lo ves, ¡¡¿¿Qué no lo ves??!!, ¿Qué no te sientes con la obligación de siquiera despedirte?
Solo te ruego que me quites ésta angustía, que me ladres lo que sientes, que me grites lo que te lleva, que me muestres a donde vas sin mí, y después, que te cuides y que seas siquiera la mitad de lo feliz que fui yo cuando te tuve. 
Llévate todo, arráncame de la piel tus manos, de mis labios tu boca. Arráncame de ti. 
Y a esa otra que llegó, abrázala frente a mí, tal vez solo así entienda por fin que ya no eres mío. 

Despídete, al menos ten conmigo esa bondad...
Te extrañaré, no mentiré, me duele que no estés y tu te vas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Say it