domingo, 18 de agosto de 2013

Te ruego que no todos mis sueños se hagan realidad

Primera noche

Marrani, mi hámster, se ha escapado de nuevo. Me siento furiosa y no entiendo el porque. A decir verdad siempre actua como si odiara cohabitar conmigo pero es solo un animal asi que es patético mi enojo, patético y colérico. La persigo por toda mi habitación y cuando por fin la encuentro vulnerable para ser devuelta a su jaula (la segunda después de la gran jaula de $900 que SE COMIÓ), tomo un cojín y la cubro -regularmente hago ésto para que no me muerda, la hija de puta- sin embargo esta vez es diferente. Le estoy haciendo daño. Puedo sentir sus pequeños huesos romperse por la fuerza que estoy aplicando. No sé si se muere asfixia o por dolor, pero esta innerte. En una catársis de sadismo tomo sus maxilares -uno con cada mano- y tiro de ellas a cada extremo hasta que su pequeño cuerpo ha quedado dividido en dos. Alguien toca la puerta, es Hiram, mi primo. Bajo y aprovecho para tomar una bolsa de plástico de la cocina. Cuando subimos, tomo los restos y entonces Hiram decide lo divertido que es burlarse de lo mal que huele el cadáver y valiéndose de la bolsa de plástico trata de asquearme poniendo las vísceras en mi cara. 

En seguida voy en un autobús con Edel, mi novio, en una bolsa cargamos cilindros para beber agua. Demasiados. Un hombre en el asiento trasero quien padece trastorno bipolar comienza a gritarles a todos y de pronto empieza a golpear a una mujer salvajemente. Edel me pide que me oculte bajo el asiento y que no salga por ninguna razón. Tras dejar a la mujer inconsciente, el hombre me vé. Me pide dinero para comprar cilindros para beber agua. No sé por que no cabilo en el contenido de nuestra bolsa asi que le doy mi tarjeta de crédito. La rompe en dos y se avienta por la puerta delantera con el autobús en movimiento. Queda hecho mierda en el pavimento. ¿Yo? Yo estoy muerta del miedo.

Segunda noche

Estoy en Túxpan, visitando a mi tía. No hay nadie en casa asi que decido salir a pasear a la perra, sin embargo el fraccionamiento tiene dos rutas para salir a la carretera y tomar el autobús. Cuando me acerco a preguntarle a un hombre cual queda más cerca, la perra me muerde. Nisiquiera sé que maldita perra es, solo se que es de mi tía. La cargo en plena parsimonia y acto seguido me encuentro en la playa. Estoy consciente que tenia que alcanzar a mi familia ahí (y asumo que se han llevado a la perra), sin embargo se han ido y decido que antes de alcanzarlo será buena idea tomar el sol un poco. La playa esta siniestramente desierta. De pronto camino hacia un muelle junto a unas escolleras y me siento en una gran roca. A unos metros de mi veo fundas de dispositivos electrónicos y una mini iPad. La tomo. Me siento con suerte, no habiendo nadie en la playa, ahora me pertenece. Comienzo a caminar pensando en lo afortunada que soy y casi al llegar al mercado de la ciudad donde sé estan mis familiares, me pregunto a quien pertenecería el dispositivo. Comienzo por la galería de medios y miro el ítem más reciente. Es un vídeo. Alguien comienza a grabar una vista panorámica del mar, hay un delfín, las olas chocan contra él y él se divierte. De pronto las olas que lo tocan se pervierten en un color rojo. Rojo sangre. La cámara se desplaza buscando el origen. Cinco o seis personas están siendo devoradas brutalmente por tiburones, entre ellas, un tio mio (una vez más, no sé que tío es, sólo sé que es mi tío). En un escenario atroz una de las personas logra subir al muelle y mi tio le ruega ayuda. Le da una mano y cuando logra sacarlo veo con horror que sus piernas y cadera han sido arrancadas de su cuerpo. El hombre se da cuenta que mi tio no sobrevivirá y lo arroja de nuevo al agua. Los halaridos de éstas personas son un infierno para quien las escuche...y sin embargo, sigo orgullosa por haber encontrado el mini iPad. Se termina el video, y gracias a Dios, el sueño.

No sé cual sea la razón de mis pesadillas, las cuales aparecen esporádicamente sin motivo aparente. Cuando sueño, mi imaginación no tiene límites, tengo sueños increíbles e hiperreales. Pero las dos ocasiones que me he topado con el Diablo en mi inconsciente he despertado llorando, he quedado petrificada en mi cama por minutos con la piel erizada y el pulso a punto de estallar. Cuando soy capaz de moverme le llamo a Edel llorando. Las primeras veces se extrañaba y no entendía por que no podía articular una palabra, ahora solo me escucha llorar y me habla como a una niña que se acaba de caer. Cuando consigo calmarme, tengo miedo. Mucho miedo.

Miedo de ser la maldita mala persona que soy en todos mis sueños.

4 comentarios:

  1. Eres mi persona favorita, Te amo, No soy Idris nuevamente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Deberíamos agregar "ser masacrado por tu dueña psicópata" a las "dumb way to die"

      Eliminar
  2. Te interesaría ocupar un espacio en una revista...vemos que te gusta escribir, una columna o algo por el estilo?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Y por qué si son una revista no envían un e-mail a mi dirección de correo electrónico?

      Eliminar

Say it